La respuesta a la pregunta de si un niño debe tener su propia habitación es una y es: por supuesto. Mucho más cuestionable es cuándo trasladar a un niño a una habitación separada. Elegir el momento adecuado para trasladar a tu hijo a su propia habitación puede tener un impacto significativo en su desarrollo y bienestar.. Pero, ¿cómo reconocer cuándo ha llegado ese momento?
¿Por qué un niño debe tener su propia habitación?
Dependiendo del espacio disponible en la casa o el piso, un niño puede tener una habitación para él solo o compartirla con sus hermanos. A cierta edad, sin embargo, es importante que el niño pequeño tenga una habitación separada del dormitorio de los padres.
- La habitación de un niño es un espacio en el que el pequeño desarrolla la independencia y la autosuficiencia.
- El niño tiene la oportunidad de dormir y descansar tranquilo y sin molestias.
- Durante el día, el niño disfruta de un entorno dispuesto para el juego libre y el aprendizaje.
- En su habitación, el niño puede aprender desde pequeño a cumplimiento de determinadas normascomo limpiar los juguetes o cerrar las puertas.
- Los niños mayores invitan a sus compañeros a la habitación. Utilizan el diseño interior para expresar la propia personalidad.
¿Cuándo trasladar a un niño a una habitación separada?
Cada niño se desarrolla a su propio ritmo y tiene una necesidad diferente de cercanía a sus padres. Por eso, no hay un momento único y predeterminado en el que deba producirse el traslado del niño a su habitación. Algunos padres ya trasladan a bebés de seis meses, otros sólo a niños en edad preescolar.
Tenga en cuenta que dormir con el bebé en la misma habitación hasta que tenga 12 meses reduce el riesgo de muerte súbita de cuna en un 50%[1]. Por este motivo, es buena idea que un niño pequeño duerma en la habitación de los padres durante el primer año de vida, por ejemplo, en una extensión de cama. Transcurrido este tiempo, quizá quieras pensar en trasladar a tu hijo a su propia habitación.
¿Cuándo preparar una habitación para un niño?
Aunque el bebé duerma en la habitación de los padres, nada impide que ya tenga su propia habitación esperándole. Puedes acostumbrar gradualmente a tu hijo a ella, creando así asociaciones positivas. Al principio, la habitación puede utilizarse para cambiarse, por ejemplo, y más adelante también para jugar, leer cuentos y dibujar.
Puedes planificar el mobiliario de la habitación de tu hijo con mucho tiempo de antelación. Una vez que el pequeño llega al mundo, redecorar y amueblar puede ser más complicado, por lo que te animamos a que organices tu habitación antes de que nazca el bebé. Más adelante, sólo es necesario cambiar pequeños detalles, que poco a poco empieza a decidir también el más joven de la casa.
¿Hasta qué edad puede un niño dormir con sus padres?
Dormir con un bebé no sólo tiene implicaciones de seguridad, sino que también es conveniente para los padres porque facilita la alimentación nocturna. Por este motivo, puede haber llegado el momento de trasladar a un niño pequeño a su propia habitación, una vez que haya dormido profundamente toda la noche. Sin embargo, esta regla no siempre funciona: el niño puede seguir necesitando un contacto estrecho. Por eso no es sorprendente que un niño de un año duerma con sus padres. Además, los niños mayores también tienen derecho a hacerlo, aunque conviene animarles poco a poco a dormir en su propia habitación.
La habitación del niño frente a la guardería
Si esto no ha sido posible anteriormente, vale la pena intentar trasladar al niño a su propia habitación cuando entre en edad preescolar.. Esta época especial favorece el desarrollo de la independencia del niño, aunque no se le deben imponer cambios drásticos. En la práctica, ocurre que un niño de 4 años duerme con sus padres porque se queda dormido solo, pero se despierta durante la noche y va al dormitorio de sus padres.
¿Cómo debe ser la mudanza de un niño a su habitación?
Recuerde que los niños son sensibles a los cambios. Por lo tanto, asegúrate de que avanzan gradualmente y de una forma que el niño entienda.
- Organice un espacio acogedor y seguro - Combina los colores vivos y agradables de la habitación. Elige adornos que atraigan a tu pequeño, como vinilos decorativos con animales.
- Hable con su hijo- Explícale por qué va a dormir en su habitación. Señálale los aspectos positivos de este cambio, por ejemplo, que tendrá paz y tranquilidad, más espacio, la posibilidad de dormir con sus peluches favoritos. Asegúrale que siempre irás a verle cuando te llame.
- Garantice la sensación de seguridad de su hijo - Una luz nocturna encendida tranquilizará al bebé, mientras que la niñera electrónica también ayudará a los padres a dormir plácidamente.
- Realice los cambios gradualmente - Primero pasad tiempo juntos en la habitación del bebé durante el día, y luego organizad allí las siestas del bebé. Con el tiempo, puedes intentar que el bebé duerma en su propia habitación, por ejemplo en días alternos. Durante este tiempo, deja que tu hijo entre en tu habitación. Quizá siga durmiendo parte de la noche en la cama de sus padres.
Una habitación propia es el reino de un niño
Con el tiempo, todos los niños aprecian su habitación. Al fin y al cabo, aquí es donde está todo para él, gana intimidad y sensación de seguridad. En última instancia, es usted como padre quien tiene la influencia clave sobre si el traslado de su hijo a su propia habitación será una separación difícil o un proceso natural y sin estrés.. Dale tiempo a tu pequeño para que se adapte gradualmente a los cambios.